La verdadera conversión de una persona a Jesucristo implica un cambio radical en sus prioridades, su expectativa o proyecto de vida, sus metas, sus planes.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” 2Co 5:17
Cuando una persona que ha recibido un evangelio equivocado (sobre prosperidad principalmente), y experimenta una supuesta "conversión” a Jesús, no presenta estos cambios en su vida; sus metas siguen siendo las mismas de cuando era inconverso y además de eso tiene la seguridad de que, en su nueva condición de cristiano convertido, Jesús le hará realidad estas metas.
“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,” 1Pe 1:18-19
En la verdadera conversión sucede un acto tan grande y sublime como la misma creación: Dios regala al nuevo nacido la salvación. Es la mayor herejía, considerar que tal suceso, sea solo para que el nuevo creyente prospere y goce de bienes, salud y comodidades terrenales. O, como se atreven a decir algunos Pastores de las Mega iglesias: "Jesús murió en la cruz para que tú seas rico y no te enfermes".
“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye.” 1Jn 4:4-5
“y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.” 2 Cor 5:15
“más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. Juan 4:14
Cuando se es Salvo, Jesucristo vive en el convertido y su Espíritu Santo permanece para siempre en él. La manifestación de que esto realmente sucedió en una persona nacida de nuevo, es que para esta persona sus prioridades ya no son la comodidad terrenal, ni la acumulación de bienes o riqueza. SU PRIORIDAD Y SU RAZÓN DE VIVIR CAMBIARON. AHORA SON: GLORIFICAR A DIOS.
“Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” Romanos 8:5-13
Una oración normal de un verdadero convertido diría, más o menos, así:
"Señor si mi pobreza es para tu Gloria, déjame pobre.
Si me permites obtener riquezas en la tierra, que con ellas TE GLORIFIQUE.
Si en mi incapacidad, crece tu gloria, prefiero seguir incapacitado.
Si mi recuperación tiene que ver con tu gloria, permíteme superarme."
Como ejemplo claro imaginemos una oración que pudo haber hecho alguna vez en su juventud el famoso predicador "NICK", a quien le faltan sus brazos y piernas. Seria así:
"Dios todopoderoso, Si es tu voluntad y para tu gloria, permite que busque en la ciencia y los adelantos de la medicina, prótesis que hagan de miembros. Pero si tu voluntad es que siga en esta tierra como discapacitado locomotor, que sea para TU GLORIA SEÑOR".
Este hombre de Dios viaja por todo el mundo llevando el evangelio de Jesús y a través de él miles de personas han conocido a nuestro Señor.
LA RAZÓN DE NUESTRA EXISTENCIA TERRENAL ES LA GLORIA DE DIOS.
Cesar Augusto Angel - febrero 4 de 2011
